CUENTO TONTO DE LA BRUJITA QUE NO PUDO SACAR EL CARNET
Ángela
Figuera Aymerich
Era una brujita tan boba, tan boba, que no conseguía
manejar la escoba.
Todos le decían:
-Tienes que aprender o no podrás nunca sacar el carnet.
Ahora, bien lo sabes, ya no hay quien circule, por tierra o
por aire, sin un requisito tan
indispensable.
Si tú no lo tienes, ¡no podrás volar!, pues ¡menudas multas ibas a pagar!
¡Ea! no es difícil.
Todo es practicar:
- Bueno... dijo ella con resignación.
Agarró la escoba se salió al balcón, miró a todos lados y arrancó el
motor...
Pero era tan boba, que, sin ton ni son, de puro asustada, dio un acelerón
y salió lanzada contra un paredón.
Como no quería darse un coscorrón, frenó de repente... y cayó en picado dentro de una fuente: se dio un remojón, se hirió una rodilla, sus largas
narices se hicieron papilla y, como la escoba salió hecha puré, pues, la
pobrecilla, además de chata se quedó de a pie.
Ya no intentó nunca sacar el carnet.
Se quitó de bruja y se puso a hacer
labores de aguja.
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