sábado, 12 de julio de 2014
CUENTO: La Maestra Agustina y Pedrito
El primer día de clases que Agustina se
enfrentó a sus alumnos de quinto grado, les dijo que ella trataba a todos los
niños por igual y que ninguno era su favorito. En la primera fila sentado está
Pedrito, un niño antisociable, con una actitud intolerable.
El cual siempre andaba sucio y todo despeinado.
El año anterior, Agustina había tenido a Pedrito en una de sus clases, Agustina
veía a Pedrito como un niño muy antipático. Ella siempre le daba mucho gusto
poder marcar con lápiz rojo todo el trabajo que Pedrito entregaba con una “F”.
En la escuela donde Agustina enseñaba se quería
revisar el archivo de historia de cada alumno y el de Pedrito fue el último que
ella revisó. Cuando ella empezó a leer el archivo de Pedrito, se encontró con
varias sorpresas. La maestra de Pedrito de primer grado había escrito: “Pedrito
es un niño muy brillante y muy amigable, siempre tiene una sonrisa en sus
labios. Él hace su trabajo a tiempo y tiene muy buenos modales. Es un placer
tenerlo en mi clase”.
La maestra de segundo grado: “Pedrito es un
alumno ejemplar, muy popular con sus compañeros, pero últimamente muestra
tristeza porque su mamá padece una enfermedad incurable”. La maestra de tercer
grado: “La muerte de su mamá ha sido muy difícil para él. Trata de hacer lo
mejor que puede pero sin interés. Tampoco el papá muestra ningún interés en la
educación de Pedrito. Si no se toman pasos serios, esto va a afectar la vida de
Pedrito”.
La maestra de cuarto grado: Pedrito no
demuestra interés en la clase. Cada día Pedrito se cohíbe más. No tiene casi
amistades y muchas veces se duerme en clase.
Después de ver todo esto, Agustina sintió
vergüenza por haber juzgado a Pedrito sin saber las razones de su actitud. Un
día cuando todos los alumnos le entregaron regalos de Navidad, envueltos en
fino papel con excepción del regalo de Pedrito, que estaba sin envolver en una
caja de tienda. Agustina abrió todos los regalos, y cuando abrió el de Pedrito,
todos los alumnos se reían al ver lo que se encontraba dentro. En la caja había
una botella con la cuarta parte del perfume y un brazalete, al cual le faltaban
algunas de las piedras preciosas.
Para suprimir las risas de sus alumnos, ella se
puso inmediatamente aquel brazalete y se echó un poco de perfume en cada muñeca.
Ese día Pedrito se quedó después de la clase y le dijo a la maestra: “Maestra
Agustina, hoy usted huele como mi mamá”. Después de todos haberse ido. Agustina
se quedó llorando por una hora. Desde ese día ella cambió su materia. En vez de
enseñar lectura, escritura y aritmética, escogió enseñar a los niños. Agustina
empezó a ponerle más atención a Pedrito. Ella notaba que mientras más ánimo le
daba a Pedrito, más entusiasmado reaccionaba él.
Al final del año, Pedrito se convirtió en el
más inteligente de la clase a pesar de que Agustina había dicho el primer día
de clases que todos los alumnos iban a ser tratados por igual, Pedrito era su
preferido. Pasaron seis años y Agustina recibió una nota de Pedrito, la cual
decía que se había graduado en la preparatoria y que había terminado en tercer
lugar. También le decía que ella era la mejor maestra que él había tenido.
De ahí pasaron cuatro años cuando Agustina
volvió a recibir noticias de Pedrito. Esta vez, él le escribía que se le había
hecho muy difícil pero que muy pronto se graduaría de la universidad con
honores y le aseguró a Agustina que todavía ella seguía siendo la mejor maestra
que tuvo en su vida. Pasan cuatro años más cuando Agustina vuelve a saber de
Pedrito. En esta carta Pedrito también le recordaba que ella era su mejor
maestra que había tenido en su vida. Esta vez la carta estaba firmada con “Dr.
Pedro Altamira”.
En la primavera, Agustina volvió a recibir una
carta de Pedrito donde le explicaba que había conocido a una muchacha con la
cual se iba a casar y quería saber si Agustina podía asistir a la boda y tomar
el lugar reservado usualmente para los padres del novio. También le explicaba
que su papá había fallecido varios años atrás.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario