sábado, 12 de julio de 2014

CUENTO: Un Niño Muy Especial

LA TÍA SARA

Había una vez un niño muy especial llamado Juanito. Cuando nació no tenía sus bracitos ni sus piernitas, pero eso no fue motivo para que Juanito no fuera feliz.
Sus padres lo cuidaban mucho porque aparte de nacer sin sus extremidades, también era muy inquieto, sus padres no sabía cómo Juanito lograba bajar de la cama y pararse sobre su torso.
Mamá Dijo Juanito. 
¿Cuándo iré a la escuela?
¿A la escuela? Preguntó su mamá.
Sí mami, ya quiero ir.
Su madre se quedó mirándolo, no podía decirle que sentía temor porque se burlaran de él.
Tanto insistió Juanito que su mamá lo matriculó en la escuela. Ese día desde las 5 de la mañana Juanito andaba por toda la casa lleno de felicidad.
Juanito Le dijo su mamá. Tú sabes  que eres especial y que tu padre y yo te amamos. Hoy comenzarás la escuela donde hay muchos niños; me duele decirte esto, pero sabes que tal vez muchos niños se burlarán de tí y algunos no entenderán que eres especial.
No te sientas mal Dijo Juanito sonriendo. Ya me he preparado para eso, no te preocupes, el ser especial es un don de Dios.
Cuando llegó a la escuela, sus compañeros se quedaron mirándolo y Juanito en lugar de sentirse mal, sonreía y hacía muchos de los trucos que había aprendido.
Juanito era un gran compañero y además muy inteligente. A todos ayudaba y cuando alguno quería decirle algo feo, todos los demás compañeros salían en su defensa.
Juanito tenía muchos amigos, con su forma de ser y a pesar de su incapacidad, había logrado ganárselos.
Así fue creciendo Juanito y los temores que su madre tenía, poco a poco se fueron desvaneciendo. Había llegado a ser un niño ejemplar y lleno de amor, pero sobre todo a ser valiente, a no dejarse derrotar por las cosas que la vida no nos da.
¡Qué lección para los demás compañeros! Cuando alguno aflojaba en algo, Juanito, con su espíritu de lucha, lo alentaba a seguir adelante.

No hubo en la escuela quién no hablara bien de Juanito. Él, con su boquita escribía y así, con ayuda de sus padres y compañeros, terminó la escuela, sabiendo que la adversidad, si se mira con valentía, se puede vencer y llegar a hacer de uno un campeón en la vida.

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